La terapia se centrará en comprender los valores y creencias de la persona y entender cómo estos afectan a determinadas áreas de la vida. De tal forma, el primer cometido es aceptar lo que somos para después modificar lo que se considere necesario en pro de la consecución de los objetivos marcados.
De tal forma, la terapia individual se centrará en aquellos problemas que aquejan a la persona, comprendiendo su naturaleza y modificando aquellos pensamientos y conductas que producen la repetición de dicha problemática en el tiempo. Así la terapia será personalizada, atendiendo a cada individuo en función de sus necesidades y prioridades, siempre garantizando una terapia efectiva centrada en las necesidades de cada quien.